domingo, 22 de mayo de 2011

Inmensos freakeos.

Yace la noche en turno para adornar lo que a mi gusto es lo que pinta mejor del día, no es la hora, ni el clima, ni las mujeres esperando a que pasemos para cortejarles. Si no es la simple soledad y el silencio que arrulla y tranquiliza mi sentir.


Hace mucho que he tenido buenas experiencias en lo que me ha tocado vivir. No ha sido mucho, pero puedo decir que ha sido suficiente, bastante para que nadie me cuente. Mis colegas me llaman pesado, mis amigas amargado, mi familia distante, y tú sólo te atreves a decirme dulces y penetrantes palabras, vacías para mí, dichas en momentos inoportunos y poco favorables. Eso, o simplemente soy indiferente y me son desagradables.

La última chica que tuve me trato de lo lindo, de lo mejor, me tenía en un muy buen lugar. Era un buen chico para sus padres, un amigo para sus amigos, un soporte para ella. Era –decía ella- su todo. Bah, eso termino porque me aburriera y perdiera el interés. Me dio todo a cuanto quise, cumplió todos y cada uno de mis caprichos y arrogancias, y eso, eso termino por cansarme y aburrirme.

Después de la inminente ruptura llegaron momentos buenos, libres momentos: soledad, inminente, tranquila, soberbia, elegante y hermosa soledad.  Momento en el que me conozco mejor a mí mismo, en dónde puedo disfrutar de todo con –oh paradoja- sin tener nada. Tiempo único dónde conocer y cortejar mujeres en estado de ebriedad era lo único a lo que me dedicaba algunos fines de semana, unos cuantos otros sólo bebía, ya que las chicas huyen de mi olor hediondo del alcohol y mis palabras poco sutiles. Y sí, sólo quedan las noches de cigarros mal fumados y algunas latas de cervezas consumidas por la mitad.

Durante ese tiempo me agradaba mucho salir con gente, pero no por la convivencia ni el ambiente del lugar, sino de verles en reuniones, bares y fiestas tratando de ser agradables, cómicos, educados, pero siempre, siempre el objetivo es cortejar y conseguir un buen culo para coger. Sólo eso, algunos otros van por el alcohol. No los culpo, yo hago lo mismo. Pero es que me es tan gracioso y divertido observarles como gastan y juegan sus mejores cartas en el momento para que al final de la noche la gente salga hablando de ellos o que una buena chica salga montada de su brazo directos a algún coche prestado o callejón donde puedan tener un poco de sexo oral. En serio muy gracioso, lo he visto.

Yo los veo, platico, sí un poco, pero sólo cruzo palabras para que me dejen tomar más de su delicioso licor, ya sea cerveza, whisky, vodka, o algún tipo de bebida adulterada de la cual acostumbran beber.

Yo, al igual que ellos asechaba a las chicas, les decía cosas bonitas, les decía lo que querían escuchar, contaba alguno que otro chiste malo pero que hacían que se orinaran de la risa –Sí lo sé, igual que tú- Para que al final saliera como el torero levantado en hombros directo a recibir un poco de lo que sus culitos y bocas sensuales me pudieran dar.

Pero ya eso me termino por enfadar, y saben qué es lo más gracioso, que sólo conquiste a un par de chicas así. Las demás siempre me decían que volvían en 5 minutos y nunca más lo hacían, otras tantas eran un poco más sinceras y me decían que no estaban interesadas en mis propuestas con objetivos de tener coito con ellas. Vaya que son inteligentes y yo un gran ingenuo. Una sola me pregunto si en verdad alguna vez me había resultado esa técnica, y yo le respondí mientras le agarraba el culo, que esperaba que ella fuera la primera. Después de eso termine en medio de la calle con cerveza en toda mi ropa y con amenazas para nunca más volver. Bah, ni que estuviera tan buena.

Ahora que sólo salgo unas cuantas noches los sábados, unas cuantas más los viernes, es ahora que me llama mucho la atención el movimiento de las personas pre-programadas para salir a relacionarse o reunirse entre ellos mismos. Salgo a comprar más cervezas y los veo en los aparadores de las vinatas esperando a ser atendidos mientras que con cara de evidente emoción, ya están platicando de lo que, según ellos, les espera en la noche. Platican de llegar y conocer chicas, preguntan por ellas, si habrán las suficientes, mientras el galán del coche se para el culo y habla por teléfono mientras se pone de acuerdo con algunas putas para pasar por ellas e ir a algún lugar a beber, drogarse y tener sexo o algo cercano a eso. Eso depende de la habilidad de ellos y facilidad de las putas. Yo, mientras espero a ser despachado por la señora gorda amargada de siempre, me fumo un cigarro y me rio de ellos mientras que al mismo tiempo me digo, “mierda, tú deberías estar ahí poniéndote de acuerdo con algún culito para coger” Pero no, estoy con la ruca amargada de la vinata esperando a ser despachado.

Después de esperar a que los demás se vayan y sea atendido y me vendan mi cerveza, me voy y comienzo a tomar rumbo.

Llego, toco la puerta y al abrir la recibo con un beso cachondo y un apretón de seno y le digo: “Ten, toma ahora que siguen frías, ya sabes que no siempre nos tocan frías”

Nos metemos a su casa, bebemos, follamos y después, antes de irme pienso y le escribo una notita antes de irme, se la dejo en la mesita de centro que tiene en la sala, mientras le miro el culo y su espalda llena de pequitas, le escribo citando a Buko: Y las duras palabras que siempre tuve miedo de decir pueden ahora ser dichas:"Te amo".

Después salgo, cierro la puerta con llave y me regreso a mi casa a seguir tomando y pienso, soy afortunado: me deleito en la soledad, nunca voy a extrañar a las personas. Sólo te necesito a ti. Y a la cerveza.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Y como los ridículos sueños de esos Hombres vulgares, esta escritura va tomando forma, buena forma.
Z.